Capítulo 9: Robert, un chico verdaderamente interesante

- Perdonado-le contesté más que sonriente. No sé por qué pero tenía que sonreir. Había algo distinto a ese chico que todos los demás-. Bien, ese asunto ya está arreglado. ¿Sí?

- Sí-contestó Roger.

Yo no podía parar de sonreír por lo que miré a Lía y Vi. Ellas también sonreían y me extrañé. Que sonría yo vale, pero ¿que sonriésemos todas? Eso ya es extraño. Miré fijamente a los ojos a Roger intentando descubrir el por qué de esta repentina alegría en el ambiente. Sus ojos eran marrones como un chico cualquiera. No había nada de especial en ellos. Sin embargo, eran preciosos. Pero habia visto ojos iguales durante mi corta vida. Por ejemplo... los de algunos famosos. Aunque Xavier Samuel, el malo de Eclipse, los supera a todos con creces. Seguí buscando en su mirada pero me interrumpió.

- ¿Qué quieres saber?-dijo empezando a caminar.

- ¿Cómo lo haces?-le pregunté intrigada y dispuesta a conocer la verdad costara lo que costara. Cuando quiero saber algo lo consigo saber y punto. Sin falta llega un momento en que al final me cuentan todo lo que saben. No sé como lo hago pero los miro fijamente a los ojos y... plaff! Cuentan todo lo que saben.

- ¿El qué?

- Hacer que todos sonrían! Nada más verte sonreí y a Lidia y Vivian les pasó lo mismo. No creo que sea amor poque a mi me ha pasado y te acabo de conocer.

- *Suspiro* Vale, eres demasiado lista para convencerte de que son imaginaciones.

- Sí, lo soy-dije impaciente.

- Bien... ¡empieza a andar! ¡Llegaremos tarde a clase!

- ¿A clase? ¡Ahí va! ¡Es verdad! ¡Hoy tenemos clase!-exclamé.

Empezamos a andar y empezó la historia.

- Bueno... hay... muertos que tenemos... cómo decirlo... poderes.

- ¿Poderes?

- Sí, bueno... no sé si también se les pueden llamar habilidades especiales. El caso es que yo puedo controlar las emociones. También hay gente que lee los pensamientos, controla algún elemento (tierra, aire, agua, energía o fuego), hace levitar objetos... bueno lo normal en los superhéroes, ¿no? Pues resulta que solo tienen esas habilidades algunos afortunados entre los que me incluyo.

- ¿Hay más gente así aquí?-pregunté.

Estaba emocionada. ¿Y si era yo una de esas afortunadas? Pero era imposible ¿no? Yo no soy tan especial como lo deben de ser ellos, digo los "elegidos" (xD). Era emocionante pensar que pdrías sentirte como la heroína de una historia de fantasía. Fuese lo que fuese no me obsesionaría con el tema. Podría vivir (o lo que sea) eternamente con ello. Creo, sinceramente, que como los demás puedo seguir existiendo con ello sin darle importancia a ello. Pero estaba especulando mucho con ello, ¿no? Era demasiado pronto como para estar pensando que yo no era una de ellos ¿verdad?

- No sé. Llevo unos cuantos años aquí pero a los nuevos no los conozco mucho. Sé que hay uno o dos. Uno que controla el fuego y otro que levita objetos pero no sé si hay más. Ya te he dicho que no hay muchos como yo. Esque...

Sin darnos cuenta ya habíamos llegado a la clase. Se me había hecho cortísimo. No entendía eso del tiempo. Cómo a veces se hace más corto para algunos y a la vez más largo para otros. ¡¡SI EL TIEMPO ES EL MISMO!! Este tema me saca de quicio. Entramos en la clase y me acordé de que me había ido con tanta prisa el primer día que no sabía el nombre del profesor.

- Por cierto Roger ¿cómo se llama el profesor?

- Edward.