Estaba pensando en todo lo que haríamos cuando oí que sonaba:
es mi niña
y la quiero más, que a mi vida
dejamos de hablar y la vuelvo a mirar
y entonces yo empiezo a escuchar
lo que habla con la chica de atrás
y escucho el nombre de otro chaval.
La canción seguía sonando. La conocía, no era muy famosa, pero trasteando por internet la vi, la escuché, es muy bonita.
Me acerqué al sitio de donde venía la música, y vi a Jack, con la cabeza sujeta en una mano, escuchando la canción en su móvil. Parecía que estaba fatal:
-La Chica Perfecta, de Cruz en Roja, ¿verdad? -le dije.
-Sí -me respondió. Tenía los ojos rojos-. Creo que me tengo que ir.
-No -repliqué, al ver que se levantaba-. A tí te pasa algo, somos amigos, tendrías que contármelo. Siéntate.
No me lo esperaba, pero me obedeció, se sentó de nuevo en el bordillo y agachó la cabeza.
-Veamos -empecé-. Cuéntame.
Él toquiteó un momento los botones de su móvil y se metió en Galería, luego en imágenes, y me mostró la imagen de una chica morena y de ojos grises. Eso lo explicó todo. Estaba colado por esa chica.
-¿Quién es? -pregunté.
-Se llama Bianca.
-¿Llorabas por ella?
-¡Yo no he llorado! -dijo poniéndose en pie. Yo también-. Llorar es de imbéciles.
-Te equivocas -dije yo-eso demuestra que te gusta. Y es super bonito.
Él se volvió a sentar. Estuve toda la tarde con él, le llevé a tomar algo y me contó todo. Compartían sitio en la clase de Literatura. La había conocido ese curso, y le había gustado desde el principio, hace una semana que ella sale con Bill, otro chico de su clase. Por eso estaba tan depre. Al final de la tarde, al despedirnos me dio las gracias. Supongo que necesitaba desahogarse. Pobre. No me gustaría estar así por alguien.
Bianca
Mike
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